La "reconversión" que planteaba como excusa el grupo Clarín cuando decidió cerrar su planta AGR y dejar cientos de trabajadores gráficos en la calle fue, tal como denunciaban en ese momento los ex empleados, una maniobra de vaciamiento y donde el multimedio buscaba mayor rentabilidad mediante ciertos beneficios que antes no tenía, como por ejemplo, que se habilitara nuevamente el ingreso de publicaciones impresas en el exterior, algo que permitió también el gobierno de Mauricio Macri, dado que el anterior había limitado esas opciones precisamente para favorecer la industria gráfica nacional.
Los trabajadores gráficos de AGR-Clarín brindaron una nueva conferencia de prensa en la planta de Pompeya, ocupada hace ya 67 días tras el abandono empresarial, en el que anunciaron el lanzamiento de la revista "Viva las luchas obreras".
Con la publicación, los trabajadores no sólo buscan demostrar el buen estado de las instalaciones y la capacidad y calidad técnica de las mismas, sino que también están preparados para volver a ocupar sus puestos de trabajo en un claro mensaje a la cartera laboral que conduce Jorge Triaca, un gran ausente en el conflicto.
El costo de tapa de la publicación, de 50 pesos, servirá también para solventar el fondo de lucha de los empleados que sostienen la prolongada ocupación.
Los trabajadores denunciaron además, que el Grupo Clarín, pese a los supuestos argumentos de "cierre por crisis" está imprimiendo la revista Viva en Chile. "Artes Gráficas Rioplantenses sigue activo. Sabemos que hay supervisores que están viajando a Chile para controlar la impresión y la encuadernación de la revista Viva por lo cual ya nos hemos comunicado con la Central Única de Trabajadores de Chile que están hablando con el sindicato para frenar su producción y transporte", señaló el delegado Pablo Viñas.
Los trabajadores también denunciaron la tercerización del trabajo y la impresión de otras revistas del monopolio Clarín en otros talleres gráficos de otras provincias y de la Ciudad de Buenos Aires.
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